El microbiona intestinal comprende más de cien trillones de bacterias y microbios. Una diversidad de enfermedades puede producir cambios en esta microflora incluidos el cáncer o la cirrosis. Y se ha determinado que los cambios cuantitativos y cualitativos que pueda presentarse en esta flora intestinal juega un papel determinante en la cirrosis.
Bacterias intestinales predicen la hospitalización por cirrosis
De acuerdo con un artículo publicado en la revista “JCI Insight” las bacterias intestinales pueden predecir la hospitalización por cirrosis. Según la revista, un grupo de investigadores de la Universidad Commonwealth de Virginia en los Estados Unidos, comprobó que un determinado conjunto de bacterias localizadas en la microflora intestinal pueden predecir la hospitalización de pacientes con cirrosis hepática.
La cirrosis es la cicatrización del hígado en último estado. Es ocasionada por una diversidad de causas como el consumo excesivo de alcohol o por enfermedades como hepatitis, que puede llevar incluso a la insuficiencia hepática. Es una de las causas principales de trasplante de hígado en los EE.UU y El Instituto Nacional de Abuso de alcohol y Alcoholismo señala a la cirrosis como una de las primeras causas mundiales de mortalidad.
¿Cómo identificar que una persona padece de cirrosis hepática?
Antes de conocer los aspectos resaltantes que arrojó este estudio es necesario conocer los síntomas que permiten identificar a un paciente con cirrosis hepática. Pues esta enfermedad suele ser silenciosa y en el 25% de los casos no presenta síntomas por lo que no se identifica hasta que su estado ya se encuentra muy avanzado. Las personas con cirrosis suelen presentar síntomas generales como:
– Agotamiento.
– Malestar general.
– Presión o hinchazón en el área superior al ombligo
– Pérdida de peso
– Insuficiencia renal
– Vómitos y nauseas.
– Labios y lenguas demasiado rojos
– Uñas blancas
– Arrugas y adelgazamiento de la piel
El microbioma intestinal y su relación con la cirrosis hepática
Según el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y alcoholismo las hospitalizaciones por cirrosis pueden ser exorbitantes. Siendo la cirrosis hepática una de las enfermedades con mayor incidencia a nivel mundial representa un gasto clínico mundial que puede ser muy elevado.
Por eso un estudio realizado en la Universidad Commonwealth en el estado sureño de Virginia incluyó el análisis del ADN y ARN microbiano junto con otros métodos clínicos actualizados. El análisis de ADN microbiano permite identificar las especies bacterianas que se encuentran vivas o muertas, mientras que con el ARN se pueden identificar las especies microbianas que se encuentran metabólicamente activas.
Este estudio se realizó con el propósito de determinar y predecir las hospitalizaciones de 90 días de los pacientes con cirrosis con mayor precisión. La teoría que se quería demostrar con este experimento era que las abundancias relativas de algunas bacterias patógenas y no patógenas localizadas en la microflora intestinal podrían estar vinculadas con las inflamaciones que conducen a la infección con mayor frecuencia.
¿En qué consistió el estudio?
Para la ejecución del estudio se realizó un ensayo de los pacientes que presentan cirrosis y fueron clasificados de acuerdo con las complicaciones relacionadas con la cirrosis, incluida la disfunción renal y las infecciones. Los resultados arrojaron que el análisis del ADN y ARN microbial eran predictores efectivos ya fuera si se combinaban con análisis de sangre y más efectivo que los análisis de sangre solos.
Se concluyó también, que el análisis de ARN y ADN permite identificar las bacterias similares beneficiosas pero difiere en las bacterias patógenas identificadas en todos los grupos de individuos con cirrosis comprobada. Los resultados arrojados por este ensayo han permitido preparar ensayos multicéntricos dentro de un grupo de centros de investigación que podrían colaborar para reforzar la efectividad de los resultados del análisis de ADN y ARN.
