En ese contexto, un estudio hecho por la Universidad de Guelph, confirmó que comer bocadillos está relacionado con la genética. Esta investigación se llevó a cabo en personas que tenían preferencias por los sabores dulce, graso y amargo.
Comer sano es importante, pero en la actualidad son muchas las personas que llevan una vida ajetreada que no les permiten tener un cuidado único cuando de dietas alimenticias se trata. Es por eso, que el estudio ya mencionado descubrió que el 80% de los participantes del mismo presentó al menos uno de los potenciales genotipos que impulsan a las personas a comer bocadillos en la noche.
Las dietas fracasaron
Conseguir alimentos con un gran contenido de azúcar se ha vuelto cada vez más fácil para las personas, y es que empresas reconocidas han revolucionado al mercado con sus productos novedosos que alientan al consumidor a comprarlos. En ese contexto, en el estudio que venimos analizando se confirmó que un tercio de las dietas están compuestas por bocadillos dulces o salados, es decir, las dietas saludables están fracasando.
En este aspecto, observamos como la genética puede relacionarse con el comportamiento de las personas a la hora de consumir algún producto que pueda ocasionar problemas en la salud. Además, los investigadores aseguran que esto hace que se conozca mejor las consecuencias del aumento de peso en el mundo.
La importancia de llevar una vida saludable pasa por nosotros mismo como personas. Nada cambia si tu no te propones cambiar. La vida da mucha vueltas y estudios como este te permiten conocer qué debes y no hacer. En ese contexto, el estudio demuestra que gracias al análisis de genes se puede conseguir la opción nutricional perfecta para evitar bocadillos que afecten al organismo.
Más sobre el estudio
Una vez analizadas las posibles opciones nutricionales para aquellas personas con hábitos alimenticios no normales, los investigadores realizaron otra prueba. En esta ocasión intentaron analizar la saliva de los participantes para determinar cuál era su sabor genético. Los resultados fueron sorprendentes.
Se descubrió que los participantes que les gustan los dulces presentaron una cantidad significativa de azúcar en su organismo, principalmente en la noche donde este tipo de personas hacen de las suyas. Por otro lado, los participantes con variantes genéticas relacionadas con la sensibilidad del sabor graso consumen alimentos con una alta densidad de energía, es decir, galletas o pan.
Por su parte, los participantes con la variante genética de evitar los alimentos amargos, consumieron bocadillos con una alta cantidad de calorías lo que ocasionó que reemplazarán la comida sana por refrigerios poco saludables que al fin y al cabo afectan la salud del organismo.
En conclusión…
Este tipo de estudios demuestra una vez la gran ayuda que nos ofrece la ciencia y la tecnología cuando de salud nutricional se trata. Las investigaciones determinaron qué variantes genéticas puede presentar una persona, lo que podría ser útil para los padres que buscan una mejor dieta para sus hijos y así evitar la obesidad a temprana edad.
Tener precaución en lo que se va a consumir es de vital importancia para evitar la obesidad tanto en niños como en adultos. En la actualidad, son muchas personas que no están consumiendo los alimentos adecuados para su salud. Es por eso, que debes informarte sobre qué comer y cuándo hacerlo para que tengas una vida libre de enfermedades.