El informe, cuya coyuntura estuvo dispuesta entre los años 2017 y 2016, mostró que durante el periodo de investigación se realizaron más de 11 mil llamadas de emergencia a los centros de control de envenenamiento en Estados Unidos por casos relacionados con el consumo de buprenorfina.
De esta inmensa cantidad de emergencias por envenenamiento se demostró que más del 80% correspondían a infantes menores de seis años de edad. En su mayoría todas estas correspondían a exposiciones accidentales, pero se encontraron casos aislados de consumo intencional resultando en cuatro decesos.
La buprenorfina y la crisis de salud pública
Desde hace mucho tiempo, los consumos de opiáceos en la sociedad americana han representado un problema grave para la salud pública. Como una opción para que las personas dejen de lado el consumo de opiáceos han surgido sustancias como la buprenorfina.
El reconocido Dr. Gary Smith manifiesta que la buprenorfina es muy importante para el tratamiento de la adicción a los opiáceos, pero que la exposición a edad temprana a este compuesto es extremadamente peligrosa. Incluso, hasta la toma incorrecta de este medicamento puede provocar somnolencia extrema y vómitos.
El Dr. Smith también sugiere que las magnitudes del problema son más grandes de lo que se piensa. Para afirmar esto se basa en el hecho de que no todas las emergencias por envenenamiento, ya sean pediátricas o no, son informadas a los centros de control de envenenamiento o ni siquiera reciben atención de salud primaria.
Entonces ¿Que debemos hacer?
La principal medida a tomar, según el criterio del Dr. Smith, es el resguardo y almacenamiento seguro de todos los medicamentos y las drogas de curso legal. Los opiáceos y también la buprenorfina deben ser almacenados de manera cuidadosa donde un niño no pueda encontrarlos. Arriba, fuera de la vista y en armario sellado.
Las compañías que proveen servicios de salud deben tomar un papel preponderante en la prevención de estos accidentes fatales. Deben discutir junto con padres y representantes cuales son los mejores protocolos de seguridad y prevención a aplicar en un lugar de residencia. Los adolescentes también deben ser aconsejados.
Las compañías farmacéuticas deben modificar los empaques en los que se expenden los medicamentos. Deben ser empaques muy resistentes, y que no se abran con facilidad, esto para evitar que un niño los pueda destapar.
Finalmente, el Dr. Christopher Garrett, vocero de la Oficina de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental de los Estados Unidos, manifestó que es importante tomar medidas para cuidar a los niños, así como continuar alentando a aquellos que luchan contra la adicción a los opiáceos a obtener el mejor tratamiento disponible.
El Dr. Garrett dijo que cualquiera que necesite ayuda puede comunicarse con la Línea de Ayuda Nacional de la Oficina de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental de los Estados Unidos al 1-800-662-HELP (4357).
