Uno de estos extraños casos fue el que recientemente vivió una joven mujer de 32 años, en la ciudad de Moscú. La dama tenía un parasito que durante 10 días se le estuvo moviendo por todo el rostro, sin que ella descubriera de qué se trataba.
El extraño caso fue reportado en el New England Journal of Medicine. Donde se describe como la mujer, al ver el extraño bulto que se le movía por todo el rostro se tomó diversas fotografías en el mismo.
En primer lugar la dama “notó debajo de su ojo izquierdo. Cinco días después, estaba sobre el ojo. Diez días después, estaba en su labio superior”. Luego de esto decidió acudir al medico, donde descubrieron que el “bulto en movimiento” era en realidad un parasito: el dirofilaria repens.
Habitante de mamíferos
Este parasito es descripto como un nematodo filarial que afecta a algunos mamíferos, especialmente a carnívoros como perros, gatos, lobos, coyotes y zorros. E incluso a ratas de la familia almizcleras.
El parasito es transportado por mosquitos, quienes se los trasmiten a los mamíferos través de una picada. Introduciéndolo por esta vía a la piel del huésped.
En el ser humano proceso de contagio sucede de la misma manera, es decir a través de la picadura de un mosquito infectado. Una vez ocurre la transmisión, se produce una infección que es que se manifiesta como un “nodulo subcutáneo”. Es decir un bulto o una inflación con el gusano.
Esta inflación, según los especialistas, puede cambiar de localización. Incluso hay casos (aunque son considerados raros) en que la infección afecta órganos como el pulmón, los senos, los genitales masculinos y los ojos. Esta última es si se quiere la más común y ocurre durante la fase migratoria del parasito.
La cirugía como tratamiento
En la actualidad no hay un tratamiento específico para las personas infectadas con dirofilaria repens. Es por ello que los casos descubiertos los médicos recuren a la cirugía para tratarlos.
A través de una operación se hace la extirpación del bulto y se extrae el gusano. El procedimiento es considerado sencillo y por lo general el paciente se recupera de manera rápida y óptima.
Se puede decir que el proceso de contagio es un ciclo repetitivo. Esto se debe a que las larvas una vez están en la piel crecen y se reproducen. De tal manera que cuando un mosquito pica al huésped, inmediatamente es capaz de trasmitirle la infección a otro mamífero, incluido los humanos.
Se recuperó rápidamente
En el caso especifico de la mujer de Moscú, el New England Journal of Medicine explica que esta había sufrido la picadura de mosquito en varias oportunidades.
Seguidamente le brotó el bulto, que aunque le molestaba, no lo picaba. Sin embargo con el pasar de los días la mujer fue viendo que el bulto debajo de la piel le cambiaba de un lugar a otro. Y tomó la decisión de tomarse fotografía mientras este se le movía de un lugar a otro por toda la cara.
Fue cuando el “bulto” se le posó sobre el labio superior que decidió ir al medico, donde le diagnosticaron el parasito antes descrito. De tal manera que fue sometida a una operación a través de la cual se lo extirparon. Días después la paciente estaba totalmente recuperada.