De forma un tanto tímida y cautelosa se empezaron a consumar los ensayos en humanos por todo el mundo. Se pudo evidenciar con los resultados expuestos en estos estudios preliminares que los tratamientos han sido seguros. No indujeron a los efectos secundarios, pero que aún no se puede cantar gloria. Es demasiado pronto como para poder decir si estos tratamientos lograrán ser efectivos en los procesos de reversión del envejecimiento al ser aplicados en humanos.
Y qué hay de la senescencia
Según la información extraída una de las partes normales en los procesos de vejez, implica senescencia. Esta particularidad dice del desgaste que tienen los cuerpos humanos a lo largo de los años. Los músculos pierden su tonalidad, se vuelven flácidos. También se inflaman por todas partes y hasta pueden desarrollar una irremediable resistencia hacia la insulina.
Y lo peor de todo lo señalado en el párrafo anterior es que las células sin insulina no absorben la glucosa. Es decir no cumplen con su trabajo fundamental. Y toda esta situación se vuelve aún más complicada, porque la glucosa es necesaria para la realización de esta actividad.
Lo antes señalado, da respuesta a las situaciones del por qué la mayoría de las personas al llegar a ser mayores sufren para controlar sus movimientos. De igual manera sucede con los atletas, quienes han demostrado un trabajo impecable, pero que al envejecer no son capaces de mantenerse en los niveles de actividad acostumbrada.
Sinclair y su estudio
Por su parte el grupo de Sinclair publicó un artículo en Cellrevealing el año pasado donde expresaban que a la edad la habían reducido atacando el funcionamiento del tejido muscular. Este experimento fue todo un éxito presentado en estudios con ratones a quienes les aplicaron tratamiento con la coenzima llamada metabólica NAD +. Esta coenzima revirtió el proceso de envejecimiento que se desarrollaba dentro del músculo esquelético.
Se comprobó que los niveles de NAD + disminuyen en estos músculos con el avance del tiempo. Esto limita la producción de ATP en las células, en las mitocondrias, específicamente como principal fuente de energía para impedirlo. Cuando los niveles de NAD se habían reducido a la mitad, los investigadores notaban la relación directa del hecho con el crecimiento de los ratones.
Los científicos indicaron, entre otras observaciones que los ratones se volvían menos activos con el tiempo. Pero cuando se les aplicaba el tratamiento anti vejez sus músculos rejuvenecían nuevamente y su actitud cambiaba. Quedó claro que tanto el músculo esquelético como el corazón se deterioran naturalmente con los años.
Según opinión de algunos investigadores si estos efectos se pudieran observar en humanos. Ellos piensan que sería como ver a un hombre de unos 60 años con un físico de un joven de 20. Algo un tanto extraño. Es mirar con un nuevo paradigma la vida. Se pudo conocer que un año después de esta experiencia con ratones, los científicos decidieron trabajar en estudios con humanos.
En esta oportunidad solo están auditando que el tratamiento esté seguro. Para ello deben considerar un largo inventario de cualquier efecto secundario que pudiera surgir con su aplicación y también buscar algunas identificaciones de interacciones que resulten negativas en otros medicamentos. La idea es estar seguro de los pasos a dar.
Se habla de un estudio bastante pequeño, pero con miras a crecer. Sus resultados serán a largo plazo. Y aunque Sinclair se muestre optimista esto tiene que llevar su tiempo. Sinclair se ha mostrado muy esperanzado con su trabajo. Él aseguró a ABC que con la aplicación de este tratamiento tendrá el firme potencial de permitir que las personas lleven una vida más larga y más saludable.
Conclusión
Vivimos en un mundo donde queremos respuestas inmediatas, pero que algunas de ellas tardan muchos años sin descubrirse, hasta que llegan. Se dice que “El tiempo de Dios es perfecto”. Los científicos también tendrán sus momentos para obtener los mejores resultados de sus búsquedas. Muchas veces nos negamos a esperar y esperamos el cambio. Cuando llega el cambio nos adaptamos y enrumbamos en su misma dirección.
Son muchos los trabajos presentados en fármacos que se han vuelto prometedores de cambios en los humanos, como la famosa penicilina. Y aunque para el envejecimiento no haya un nombre de medicamento que lo identifique todavía, muchos decidiremos si usarlos o no. Aceptamos que algún día sucederá y no padeceremos de este deterioro natural. Deterioro que para los científicos es el enemigo “culpable de nuestras enfermedades”.
Recordemos que siempre lo nuevo o desconocido nos causa duda. Pero el hombre no se cansa de dar respuestas a estas dudas con argumentos convincentes. El método para no envejecer está muy cercano de hallarse y convertirse en el boom del momento. Para este estudio la esperada realidad vendrá presentada en fármacos.