Para esta investigación los autores se propusieron estudiar las causas que han originado el cambio. A la vez tomaron en cuenta un gran número de porcentajes a fin de respaldar los resultados que hallaron. Finalmente proyectaron interrogantes respecto al futuro de esta tendencia.
¿Cómo se realizó el estudio?
Para este estudio la doctora Poon y sus colegas se valieron de Aetna, una compañía de seguros de salud. De la misma extrajeron datos que parten en un período de tiempo comprendido entre 2008 y 2015.
Ahora bien los investigadores realizaron el análisis desde el Brigham and Women’s Hospital. Este se encuentra ubicado en la ciudad de Boston. De igual manera manejaron la información según los porcentajes de las visitas. Estas podían ser a salas de emergencias o a sitios similares.
Resultados de la investigación
El estudio arrojó una caída de un 36% en las visitas realizadas a salas de emergencia por pacientes asegurados. Tal descenso aplicaba para males o molestias que no fuesen graves. Es decir problemas triviales que no pusieran en riesgo sus vidas.
Muy por el contrario hubo un aumento en el uso de las alternativas a las salas de emergencia. Entre ellas clínicas de atención urgente, clínicas minoristas e incluso telemedicina. El porcentaje total de crecimiento fue casi de 140%, lo que es una subida muy notable.
De esa cifra el 119% pertenece a los centros de atención urgente. Es por esa razón que los investigadores los situaron como la opción por excelencia preferida por las personas actualmente.
Por consiguiente los centros de atención urgente son los que más reciben pacientes hoy en día. Ello, claro, hablando de malestares cuyo tratamiento sea sencillo y no exija equipos de mayor envergadura. A pesar de eso abarcan un porcentaje considerable de toda la población atendida.
¿A qué se debe este cambio?
Poon y su equipo procuraron precisar cuál era el origen de este cambio en la preferencia de los estadounidenses. En primer lugar determinaron que eran las mismas aseguradoras quienes los incentivaban a optar por las alternativas.
Pero para ellos tenían razones fundamentadas. El doctor Jay Schuur, otro de los investigadores, precisó varias. Primeramente los altos costos de los tratamientos. Estos terminaban alcanzando cifras desorbitantes, y todo por malestares que no eran tan riesgosos como otros.
Otro de los factores son los largos tiempos de espera de las salas de emergencia. Eso generalmente acaba produciendo estrés a los pacientes, lo que representa otro problema para ellos. Los centros de atención urgentes son mucho más rápidos, y por ende resultan más cómodos.
Finalmente el Dr. Schuur mencionó la conveniencia, aunque no precisó si era la de las personas o de las aseguradoras. Sin embargo, en un todo buscó resaltar las ventajas que presentan las alternativas a las salas de emergencia.
¿Qué proyectan los autores para el futuro?
El doctor Jay Schuur, planteó ciertas interrogantes respecto al futuro de esta tendencia. Para él resulta importante estudiar qué consecuencias generará eventualmente. Por ejemplo si a la larga disminuirá los costos de los tratamientos.
Asimismo, Schuur se pregunta si esta tendencia ocasionará que más personas recurran a la atención médica. Dicha alza sería un aumento que muy seguramente terminaría beneficiando a las aseguradoras. No obstante, ningún autor trató este punto en particular.