La adición del ajo negro a los comidas puede tener algunos beneficios para la salud, que podría sorprender a más de uno. Este ingrediente es difícil de producir, y suele darse en China, que es el producto mundial número uno actualmente, seguido por India, Corea, Estados Unidos, España y Argentina.
¿Cómo se produce el ajo negro y por qué medios podemos obtener sus beneficios?
El ajo negro se produce al exponer el ajo sin pelar a largos períodos prolongados de humedad y calor. Esto provoca que algunos componentes del ajo se descompongan, esto hace que el ajo tome algunas características en su sabor que lo hacen más salado y mucho más delicioso y nutritivo. Es una especie de reminiscencia de cebollas cocidas.
Este modo de producción tan particular, hace que se diferencia del ajo blanco en un aspecto alimenticio nutricional muy importante. Puede resultar excesivamente costoso el ajo negro, motivo por el cual no es habitual en las cocinas del hogar, pero sí en los restaurantes. Sin embargo sus aportes podemos recibirlos de distintas formas:
- Molido en polvo.
- Infundido en aceites.
- Picado en glaseados y salsas.
- El mismo ajo puro.
- Ensaladas
Se puede incluir en cualquiera de estas comidas, porque el ajo negro tiene un sabor silenciado en comparación al ajo blanco. Por este motivo, se utiliza en mayores cantidades, logrando así el toque preciso en el plato que se desea preparar. Por ello, es más usual encontrarlo en restaurantes que en hogares.
Los beneficios a la salud que nos puede aportar el ajo negro
El ajo negro no sólo aporta sabor a la comida, haciendo de un plato simple, uno extraordinario. Este puede ayudar al cuerpo a desarrollar la capacidad de protegerse contra algunas enfermedades crónicas. Puede incluso, ayudar a mejorar la salud de nuestro corazón.
Esta pequeña especie culinaria, puede ayudarnos a regular la diabetes, aumentar la inmunidad, e incluso ayudarnos a prevenir el cáncer. Las concentraciones de alicina y los niveles de S-allycysteine, pueden aumentarse por calentamiento –la cocina–, mejorando la biodisponibilidad del gen activo que contiene el ajo negro, que es la alicina.
Se ha demostrado que la S-allycysteine, que se produce cuando el ajo se torna negro, tiene un impacto directo sobre las células cancerosas más eficaz que el ajo negro. Gracias a esto, podemos utilizar esta dieta exótica no sólo para disfrutar de un plato extravagante, sino para mejorar nuestra salud.
Mientras que las altas concentraciones de alicina con las que cuenta el ajo negro, lo hacen efectivo para combatir los niveles de azúcar en la sangre. Los componentes activos de este alimento, puede ayudar a retrasar la liberación de insulina. Esto puede ayudar a las personas con diabetes o altas tendencias a desarrollarla.
El antioxidante que nos provee el ajo negro
La alicina es un antioxidante poderoso, y podemos agregarla a nuestra dieta con una variedad distinta de alimentos. Sin embargo, las altas concentraciones con las que cuenta el ajo negro, lo convierten en la mejor opción para suplir esta necesidad. Es bien sabido que el antioxidante puede aumentar las defensas del cuerpo contra las enfermedades crónicas y el estrés.
El aumento en la circulación
El ajo negro ha sido asociado con un mejor flujo circulatorio al producir sulfuro de hidrógeno. Algunas investigaciones han comprobado que este compuesto, subyacente en esta especia, puede ayudar a mejorar nuestra salud alimenticia, pues regula la presión arterial y garantizar el suministro de oxígeno a las extremidades.
Además, el ajo negro es utilizado en medicinas tradicionales, y al igual que el ajo blanco, puede ayudar a estimular el deseo sexual. Las propiedades naturales de este alimento pueden ayudar a desarrollar una mayor cantidad de energía, flujo sanguíneo y otros aspectos que nos ayudarán a tener una mejor salud.