Las emociones como ya muchos saben, no son más que, fenómenos psicofisiológicos considerados por nuestro cerebro como continuos, y que a su vez estas nos permiten adaptarnos a ciertos cambios de nuestro entorno. Psicológicamente, alguno de los cambios más notorios es que se alteran la atención, por lo tanto, condicionan nuestras conductas e incluso activan la memoria y el inconsciente. Te invito a seguir leyendo para aprender como las emociones negativas afectan la actividad cerebral.
La fisiología en la conducta cerebral
Desde el punto de vista fisiológico, podemos acotar que, de por sí, las emociones negativas producen respuestas en el cuerpo, y casi siempre son desfavorables, ya que hablamos de estímulos productos por situaciones poco agradables. Quizás lo podamos ver representado en la forma de expresiones faciales o tonos de voz.
Pero ¿Qué influencia tienen las emociones en el cerebro?
Una investigación realizada recientemente, ha analizado el efecto sobre el cerebro y a su vez nuestra capacidad de regular las emociones según sigamos dos estrategias distintas: Por ejemplo, la primera habla de la reconsideración cognitiva y la segunda de la represión expresiva.
Así que, para explicar de una forma concreta cómo funcionan las emociones negativas en nuestro cerebro, vamos a comenzar con la estrategia de reconsideración cognitiva que no es más que, pensar sobre lo que está pasando. Esta teoría indica que existe un impacto temprano en el proceso de generación emocional, mientras que la represión expresiva que se define como evitar que se note lo que estamos sintiendo, sería una estrategia de comportamiento cuyo impacto es tardío.
Entonces podemos decir que, este tipo de emociones funcionan como un tipo de interrupción del procesamiento en las cortezas prefrontales dorsolaterales, por lo que, se cree que son la causa del aumento de las emociones negativas que a su vez disminuyen la emoción positiva en los casos de depresión.
¿Cómo es el grado de actividad neuronal hacia las emociones negativas?
Sin embargo, el grado de actividad neuronal relacionada a las emociones negativas en cada una de estas dos regiones, así como el tiempo de actividad, es marcadamente distinto y va dependiendo de si la persona sigue o no correctamente la estrategia de reconsideración cognitiva o la de represión según sea el caso.
Las investigaciones recientes reflejan que, sólo la reconsideración cognitiva resulta efectiva específicamente para el caso de controlar las emociones y reducir la respuesta fisiológica del sujeto que se está estudiando, mientras que, por otro lado, la represión realmente incrementa los niveles de estrés en los individuos.
Sin embargo, debemos destacar que ambas estrategias funcionan bien en determinadas situaciones, mientras que en otras no. Ya dependerá de cada individuo como internaliza las situaciones y las transforma según su respuesta cerebral.
En conclusión…
Las emociones juegan un importante papel en la vida humana, tanto las positivas como las negativas, por lo que regularlas resulta esencial tanto para nuestra salud mental como para nuestra salud física, y precisamente esto es lo que intentan averiguar los científicos. Y si esto no se aprende puede suponer el surgimiento de desórdenes mentales y de ansiedad.
Por lo que, el aporte de las nuevas investigaciones busca comprobar que las emociones negativas no dejan indiferente a la actividad cerebral. Y que, efectivamente realizan cambios importantes en él. Por otro lado, también se han establecido ciertos criterios que demuestran que, la represión de las emociones activa la amígdala y la ínsula. Por lo que, es importante reflexionar sobre las emociones para ayudar a reducir el impacto negativo en el cerebro y en el psiquismo.
