El cuerpo cambia con la edad de manera natural. Esos cambios se producen progresivamente y conllevan al envejecimiento físico de una persona. Esto es un asunto totalmente natural que involucra el cuerpo desde el interior y se refleja en su exterior. Desde adentro, las hormonas establecen como nos sentimos y como se muestra nuestra piel en apariencia.
La producción hormonal del organismo se ve gradualmente afectada con los años y esto va de acuerdo con las necesidades que el cuerpo demanda. Sin embargo, una terapia experimental de hace más de dos décadas demostró como una terapia hormonal puede contrarrestar los cambios del organismo con el uso de la hormona de crecimiento.
¿Cómo funciona la hormona de crecimiento?
La hormona de crecimiento estimula la regeneración, la reproducción celular y el crecimiento de los seres humanos; y de otros animales. Esta hormona en los humanos se identifica con la abreviatura HGH por su significado en inglés (human growth hormone).
La hormona de crecimiento humano es producida por la glándula pituitaria, que se encuentra ubicada en la base del cerebro. Esta hormona es la responsable del crecimiento adecuado en la etapa infantil. En la edad adulta contribuye a mantener adecuados los niveles de grasas corporales y a elevar los índices de masa muscular. Ayuda, además, a conservar en buen estado los órganos y huesos del cuerpo evitando su deterioro.
La HGH es liberada en pequeñas cantidades y su optimización se produce durante la noche a través del proceso de sueño. La hormona de crecimiento circula en el organismo por poco tiempo, pero ese periodo es suficiente para provocar la liberación por parte del hígado de IGF-1 (factor de crecimiento semejante a la insulina). El factor de crecimiento permanece por un tiempo mayor en la sangre y con él se puede medir más fácilmente la cantidad de HGH que se ha producido.
Deterioro hormonal
La secreción de la HGH puede ser afectada por factores como el estrés, la edad, sexo, dieta, ejercicio entre otras Cuando la producción de la hormona de crecimiento disminuye el cuerpo es capaz de demostrarlo. Dicha manifestación se produce a través de ciertas señales típicas del envejecimiento como son la arrugas, disminución de la masa muscular, aumento de la grasa etc. Esto conlleva a un incremento de los niveles de colesterol, presión alta, entre otras cosas.
El cuerpo humano produce hormona de crecimiento hasta los 30 años aproximadamente, a partir de esa edad la fabricación de esta hormona, por parte de la glándula pituitaria, decae significativamente. Esta disminución hormonal ocurre tanto en animales como en humanos. En los seres humanos la HGH disminuye alrededor de un 15% cada 10 años.
La glándula pituitaria, a los 20 años, es capaz de producir alrededor de 500 mg de hormona de crecimiento durante el día. A los 40 años este número se reduce a la mitad, pues la producción hormonal a esta edad es de 200 mg de HGH diarios. Cuando una persona llega a una edad de 60 años, la producción de la HGH se reduce a solo 25 mg al día y el factor de crecimiento semejante a la insulina (IGF1) demuestra esa misma disminución.
Estudios y Terapia hormonal
El especialista y pionero de la hormona del crecimiento Daniel Rudman determinó que los bajos niveles de IGF-1 indican deficiencia de la HGH. Esto se debe a que la IGF-1 intenta capturar las pequeñas cantidades de HGH disponibles. Con esto el Dr Rudman inyectó a alrededor de 12 personas mayores con la hormona de crecimiento de forma experimental y los resultados obtenidos demostraron que si se estimula la glándula pituitaria esta puede arrojar tanta HGH como en los 20 años.
Beneficios
La terapia hormonal tiene muchos beneficios en los seres humanos cuyo nivel hormonal ha sido reducido. Las mejoras se muestran tanto en el interior como en la parte externa del cuerpo. A continuación se mostrarán algunos de los beneficios:
-Disminución de las arrugas
-Huesos fuertes
-Mejoras de la memoria
-Piel más resistente
-Mejoras en la visión
-Mayor resistencia al ejercicio físico
-Huesos más resistentes
-Mejor cicatrización
-Incremento de energía
Los estudios de Daniel Rudman, al igual que otros especialistas que han coincidido con esta teoría aseguran que la inyección de la hormona de crecimiento humano (HGH) revierte de algún modo los cambios que acarrean la edad y el envejecimiento mejorando las condiciones físicas de los pacientes.