Ahora, un estudio reciente muestra como la superposición de los genes puede contribuir al desarrollo de un buen número de enfermedades mentales. Entre ellas la esquizofrenia y depresión.
Un estudio masivo
Este estudio fue realizado entre más de 600 instituciones de investigación en todo el mundo que colaboraron entre sí. Para el mismo se tomó como muestra una población de 785 mil personas sanas.
Así como también otros 265 pacientes de enfermedades psiquiátricas o que padecieran algún trastorno neurológico como Parkinson, esclerosis múltiple o el Alzheimer.
Los resultados fueron interesantes
Los hallazgos o resultados del estudio fueron publicados el 21 de junio en la revista Science. Donde también se describen como fue el procedimiento para llegar a dichos hallazgos.
Explica la publicación que cada una de las personas fue sometida a una prueba de comparación de sus genomas. A través de esta le fue escaneado todo ADN. Y gracias a ello los investigadores pudieron identificar las variantes genéticas señalada de estar asociadas a las distintas enfermedades.
Además encontraron que en el caso de los trastornos psiquiátricos, como la depresión mayor, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) “compartían muchos de los mismos factores genéticos subyacentes”.
Mientras que entre la anorexia y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), hubo un alto grado de superposición. Muy por el contrario los trastornos neurológicos presentaban evidentes diferencias genéticas tanto entre sí como de las enfermedades psiquiátricas
Para el Dr. Verneri Anttila, uno de los investigadores que participó en el estudio y que forma parte del Broad Institute, el hecho de que los genes de los trastornos psiquiátricos tuvieran tanto en común, no es sorprendente
“Se sabe que varios trastornos de la salud mental comparten algunos síntomas, y la investigación ya ha demostrado correlaciones genéticas entre diferentes trastornos”, señaló Anttila, pero a su juicio la escala del estudio actual es mucho mayor que el trabajo anterior.
Ahora gracias a los hallazgos de este estudio, se demostró que al igual que sucede con otra afección o enfermedad, los trastornos genéticos tienen en común una base biológica.
Como ejemplo los investigadores señalaron que tanto la falta de atención en los niños con TDAH como los problemas de las personas esquizofrénicas, podrían ser regulados por el mismo mecanismo cerebral.
Asimismo descubrieron cierta relación genética entre algunos trastornos psiquiátricos y las habilidades mentales obtenidas a temprana edad. Sobre todo aquellas que tiene que ver al ámbito educativo.
Mientras factores genéticos relacionados a la anorexia, el TOC y el trastorno bipolar se asociaron con marcadores de un mejor rendimiento mental al inicio de la vida.
Y en cuanto a los factores genéticos vinculados a la destreza mental temprana se “ordenaron negativamente” con variantes genéticas asociadas con trastornos neurológicos, en particular el Alzheimer y el accidente cerebrovascular.
¿Qué avances se logra con estos resultados?
Quienes participaron en la investigación señalan que esta tiene muchos puntos positivos para el estudio, análisis y tratamiento de las enfermedades psiquiátricas. Todo ello de manera global.
En primer lugar porque permite obtener una mejor compresión sobre la forma y los mecanismos moleculares que causan este tipo enfermedades psiquiátricas.
Por otra parte contribuirá a cambiar la forma en que estas son diagnosticadas, lo que se traduce a su vez en una modificación o mejora de los tratamientos.
“Podría arrojar tratamientos nuevos y más refinados” señaló El Dr. Jeffrey Borenstein, que aunque no participó en el estudio es presidente de Brain and Behavior Research Foundation, una organización sin ánimo de lucro con sede en Nueva York.
Sin embargo y muy a pesar de esto, aun hay estigmas en torno a los trastornos de salud mental. Es por eso que es importante dar conocer este tipo de investigaciones a fin e esclarecer algunas incógnitas que hay en torno a ellas.
