Cuando nuestros hijos duermen mal corren el riesgo de amanecer malhumorados. Esto lo demostró un estudio realizado recientemente y otro más que tiene que ver con el sueño. Además de esto, el estudio descubrió que al no dormir bien los niños tienden a aumentar de peso, hasta llegar a la obesidad en el futuro.
Este tipo de afectaciones causaría un desequilibrio emocional pudiendo terminar siendo un paciente con cáncer. Esto, simplemente porque no dormía bien cuando era niño. El estudio se realizó en los Estados Unidos y a continuación conoceremos en que se basó.
Dormir mal vinculado a la obesidad
El estudio se realizó en los Estados Unidos con un grupo de 120 niños cuyas edades comprenden los 8 años. En esta oportunidad los investigadores trataron de relacionar una mala calidad del sueño con el IMC (Índice de Masa Corporal) de gran valor. Recordemos que el IMC es una estimación que involucra la grasa corporal, el peso y el tamaño.
En el caso de la obesidad infantil es el inicio de un proceso en ascenso cuando este llega a su etapa de adultez. En este punto, la persona incrementa los riesgos de desarrollar algún tipo de cáncer relacionado con el sobrepeso. Esto lo explicó Bernard Fuemmeler, autor del estudio y director asociado de prevención y control del cáncer en Massey Cancer Center de Virginia Commonwealth University, en Richmond.
En la actualidad la deficiencia del sueño en los infantes es cada vez mayor. Esto lo indicó la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer a través de un comunicado de prensa. Una de las principales distracciones que causa este efecto negativo en los niños es el uso de pantallas en el dormitorio. El efecto es no dormir con tranquilidad o con interrupciones.
Si le incluimos un proceso de tiempo prolongado en el desarrollo del infante, el resultado es obesidad en la edad adulta. La opinión del especialista se basa en una relación directa entre obesidad en el desarrollo de cáncer. Si prevenimos obesidad infantil podemos prevenir el desarrollo del cáncer.
Sugerencias que realiza el estudio
En el caso de este estudio sobre la estrecha relación de un sueño interrumpido con la obesidad infantil, sugiere: el tiempo en que dormimos es importante, sin embargo, lo que debemos revisar mejor es la calidad del sueño. Se puede dormir 8 horas como indican los especialistas, pero si lo hacen mal el resultado es obesidad infantil.
A pesar de este y otros estudios, se cree que los datos aún no son suficientes. Esto no permite entender con exactitud la falta de sueño con el peso. Además, no se demostró del todo el vínculo entre ambos trastornos.
Los hallazgos se harán público en una reunión de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer en Austin, Texas. Los resultados presentados en este tipo de reuniones son se consideran preliminares hasta no hacerlo en una revista por pares.
El uso descontrolado de las tecnologías por niños
El auge tecnológico en la actualidad ha desprendido en los infantes un uso descontrolado de las mismas. Estudios demuestran que las nuevas generaciones nacen con un chip en vez de cerebro. Estos ya saben manipular un dispositivo móvil solo con meses de nacidos.
Esto, es quizás un factor de interrupción del sueño que pasan cada noche los niños en el mundo. El uso descontrolado de estos equipos se convierte en una adicción que activa a la dopamina en cada momento, ocasionando el placer de usarlos.
Este efecto es realmente contraproducente para los niños quienes no ven el efecto negativo, solo ven placer. En ese sentido, como padre debemos actuar en el uso controlado de los equipos. Si es tu caso y tu hijo está en un estado mental alto de concentración con el equipo seguramente ya es adicto.
Ante esto, el proceso de desintoxicación debe ser lento y preciso. No puedes actuar de forma violenta con él y arrebatarle el dispositivo. El proceso debe ser progresivo y con una estrategia más planificada de reducción de horas al día e invitarlo a realizar otras actividades.