En un estudio reciente fue descubierto en las células humanas un ADN con una forma totalmente distinta a la que se conoce (la famosa doble hélice). Se trata de “un nudo” llamado i-motif que muy pocas veces se logró detectar directamente en las células vivas de los seres humanos.
Este hallazgo fue realizado por científicos del Instituto Garvan de Investigaciones Médicas de Sídney, Australia y publicado por el portal de noticias “Nature Chemistry” el 23 de abril de este año en curso. Toda esta información confirma que el complejo código genético está diseñado con una simetría más complicada que la estructura de doble hélice que todo el mundo asocia con el ADN.
Pero, ¿qué es ADN?
El ADN es una molécula que tiene una serie de variables que necesita el organismo para vivir, desarrollarse y reproducirse de manera correcta. Esas variables se encuentran dentro de cada célula y se transmiten de padres a hijos.
Pero no es solo eso, hay más. El ácido desoxirribonucleico (ADN) tiene la función de almacenar un código compuesto por cuatro bases químicas: adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T). El orden o secuencia de estas bases determina la información disponible para construir y mantener un organismo.
Estudio a profundidad
Marcel Dinger, autor principal del estudio, nunca pensó que el ADN pudiese tener un cambio radical. Es por eso, que el estudio que llevó a cabo en conjunto con instituciones competentes hizo que encontrara muchas respuestas a los posibles cambios que pueda presentar el organismo de una persona.
Ahora bien, ¿cómo detectaron este cambio? Pues, no hay que negar que fue complicado, pero Dinger y su equipo diseñaron un anticuerpo que impactaba directamente a las bacterias o células extrañas en el organismo humano. Todo esto con el objetivo de encontrar al i-motifs. Para eso, etiquetaron el anticuerpo con un tinte fluorescente.
En ese contexto, tuvieron que utilizar microscopios potentes que detectaron en tiempo récord unos puntos pequeños y brillantes de color verde (anticuerpos) que se aferraban a los i-motifs. La parte más difícil de publicar el estudio, según lo expresado por sus autores, fue probar que el anticuerpo se enganchó solo en los i-motifs y no en otras formas de ADN.
Datos
El nuevo componente de ADN que el equipo identificó se llama estructura de motivo intercalado (i-motif), que fue descubierto por los investigadores en la década de 1990, pero hasta ahora solo se había presenciado en experimentos, no en las células vivas humanas. ¡Es algo único!
Ahora, gracias a estos nuevos hallazgos, se conoce que el i-motif se produce naturalmente en las células humanas, lo que significa que la importancia de la estructura para la biología celular exige una nueva atención por parte de los investigadores.
¿Cómo se forma los i-motifs?
Los científicos demostraron que los i-motifs se forman principalmente en un punto particular del “ciclo de vida” de la célula: la fase tardía G1, es decir, cuando el ADN se puede leer activamente. ¿Creíste que era todo? No, hay mas. También demostraron que estas pequeñas partículas aparecen en algunas regiones promotoras y en los telómeros que son importantes en el proceso de envejecimiento.
Conclusión…
Este nuevo hallazgo genera gran entusiasmo en la medicina. Y es que los científicos tienen la esperanza de que la identificación de los i-motifs en las células vivas de los seres humanos puedan tener un impacto positivo que ayudará a entender, aún más, la función de esta nueva forma de ADN.
