Todos sabemos o al menos tenemos nociones básicas de lo que son los lípidos. Y es que, ellos cumplen una función importante y reguladora en nuestro organismo. Pero cuando nos toca estudiar lo que se refiere a la composición o a la actividad a nivel celular, entendemos que se vuelve un poco más complejo. Sin embargo, en este artículo vamos a indagar un poco sobre algunas curiosidades a cerca de los fosfolípidos y cómo funcionan en nuestro organismo.
¿Qué son los fosfolípidos?
Ahora bien, esta es la principal pregunta que muchos se hacen. La definición científica de los fosfolípidos es tomada como que son cualquier lípido que contienen fósforo. Y que están compuestos principalmente de: Ácidos grasos, un grupo fosfato cualquiera y una simple molécula orgánica.
¿Para qué sirven estos fosfolípidos?
Estas estructuras son parte fundamental de la membrana plasmática y la de los orgánulos, ya que, actúan como una especie de barrera protectora semi-permeable, cuya única finalidad es proteger y mantener integra a la célula. Básicamente son mensajeros, envían señales que activan enzimas y participan en la sinterización de muchas sustancias en el organismo.
¿Por qué los fosfolípidos son conocidos como moléculas anfipáticas?
Los fosfolípidos son llamadas moléculas anfipáticas. El porqué de esto es debido a su estructura, ya que tiene una parte que posee agua y otra que la tiende a repeler. Y por lo tanto son capaces de auto-estructurarse. Cuando, por ejemplo, se encuentran en un medio acuoso, las cadenas que no soportan el agua se excluyen y las otras interaccionan. Y por esto, se vuelven tan importantes en la protección de las células.
Cuando se trata de enfermedades autoinmunes, el papel de los fosfolípidos ha sido pasado por alto y subestimado. Y es que una investigación reciente apunta que, son relevantes para la posible cura de numerosas enfermedades, y en esa lista están incluidas las alergias, la psoriasis y hasta las hipersensibilidades de contacto.
Los fosfolípidos y su importancia en el sistema inmunológico
Recientes investigaciones explican que, se cree que ciertas enfermedades autoinmunes como la llamada diabetes tipo 1, la psoriasis e incluso la esclerosis múltiple que causadas por tejidos específicos. Este problema refleja que, la investigación para las moléculas y antígenos particulares pueden ser la causa del desencadenante de enfermedades autoinmunes.
Ahora bien, durante varias décadas se habló que las llamadas células T, desempeñan un papel en los trastornos autoinmunes, pensado que ellas sólo pueden responder a las proteínas. Sin embargo, no es tan así, ya que las llamadas T también responden a los lípidos y resaltan ciertas estructuras físicas que hacen posible el reconocimiento de los lípidos a la trata de enfermedades.
Por lo que, se dio a conocer recientemente que los fosfolípidos son capaces de generar respuestas inmunes, lo que ayudará en un futuro a desarrollar una mayor comprensión en cuanto a los mecanismos de las enfermedades autoinmunes basada en lípidos se trata.
