Las estadísticas mundiales en la actualidad reflejan que el accidente cerebrovascular es la segunda causa de muerte en todo el mundo. Algo realmente preocupante, es conocido como el tipo más común es el accidente, este sucede cuando un vaso sanguíneo bloqueado impide que la sangre llegue al cerebro y así se comienza a producir el llamado infarto cerebral. Un estudio reciente demostró que las bacterias intestinales y la administración de antibióticos pueden reducir considerablemente un accidente cerebrovascular.
¿Cómo están vinculados cerebro y estómago?
El ambiente microbiano siempre presente en el intestino ayuda a su vez, a las células inmunes presentes también allí proteger el cerebro. Una investigación reciente a demostrado que los cambios en la microflora intestinal si tienen un efecto en la forma en que el cerebro resiste a una lesión de la magnitud de un accidente cerebrovascular y que los cambios en el sistema inmunitario también tienen efectos en él.
Lo anterior, por supuesto, es con el fin de poder averiguar de una forma u otra, otros métodos para la reducción y prevención de este tipo de accidente, así como la creación de nuevos tratamientos para evitarlo. Estos hallazgos recientes conducen a la posibilidad de que la alteración de la composición macrobiótica del intestino sea conocido como el nuevo método para prevenir el accidente cerebrovascular.
¿Cómo interactúan las bacterias en este complejo?
Las bacterias de la flora intestinal no interactúan químicamente con el cerebro, su trabajo va influenciado sino por la supervivencia de los nervios al modificar el comportamiento de las células inmunes. Es decir, aquellas células que son conocidas como las células inmunitarias del intestino viajan hacia las cubiertas externas del cerebro, que se llaman meninges. Aquí organizan y dirigen una respuesta al repentino cambio de frecuencia que existe cuando se produce un accidente cerebrovascular.
Lo más importante de esta nueva conexión entre el cerebro y el intestino es que se ha vuelto realmente prometedor, en cuanto a la prevención de los accidentes cerebrovasculares en el futuro, lo cual, según los investigadores, puede lograrse cambiando la nutrición de los pacientes en potencial riesgo.
¿Quiénes se verían beneficiados a través de estos nuevos avances?
Principalmente los pacientes de alto riesgo como aquellos que se someten a una cirugía del tipo cardíaca o aquellos que tienen múltiples vasos sanguíneos obstruidos en el cerebro, para este particular grupo de personas este hallazgo pudiera ser beneficioso. Sin embargo, se requiere de una investigación un poco más profunda para determinar exactamente qué componentes bacterianos generan la protección en el cerebro.
En conclusión
El caso del beneficio que aporta la flora intestinal a combatir los accidentes cerebrovasculares es en realidad algo completamente palpable. El aporte de las señales sensoriales que emiten sin hacer contacto en el cerebro es lo que permitirá la ayuda y posible prevención de estos accidentes, y en el caso de aquellos pacientes que posean altos riesgos de contraerlos poder ayudarlos a detenerlos a tiempo antes de que sean irreversibles sus consecuencias.
