El estudio corrió a cargo de Jon Femling y contó con la participación de varios especialistas de la oftalmología. Los resultados demuestran que utilizarlos tanto puede causar ceguera.
Casos que revelan el riesgo
El caso de la queratitis
Este primer caso involucró a un hombre de 34 años. El mismo acostumbraba a nadar usando sus lentes de contacto. Además, los utilizaba por la noche tres y hasta cuatro días seguidos sin retirárselos ni hacerles mantenimiento.
A causa de ello desarrolló una extraña enfermedad conocida como “queratitis”. Esta afecta la córnea y es la razón por la que más de un millón de personas frecuentan salas de emergencia. Se origina por una bacteria muy pequeña y el uso ininterrumpido le permite formarse.
Chica adolescente con úlcera corneal
El segundo caso involucra a una adolescente que sufrió de úlcera corneal. Este mal surgió por unos lentes de contactos para dormir que utilizó regularmente sin ninguna prescripción.
Anciano próximo a quedar ciego
El último caso implicó a un anciano de 57 años que estuvo a punto de perder la visión en un ojo. Esto sucedió porque usó sus lentes de manera ininterrumpida durante dos semanas. A lo largo de ese tiempo no les hizo ningún mantenimiento.
Todo eso le ocasionó una infección bacterial y una perforación en la córnea. Tan graves fueron ambas que se tuvo que realizarle un trasplante en el ojo enfermo. Solo así se pudo salvarlo de quedar ciego a medias.
Factores que contribuyen
En la investigación los autores encontraron varios factores que jugaban un papel en el desarrollo del riesgo de ceguera. Pero la especialista Amy Watts destacó los dos que más peligro suponen:
Bloqueo del oxígeno
Este bloqueo se se relaciona con la córnea. Esta es la única parte del cuerpo que recibe oxígeno desde afuera y no desde adentro. El mismo le sirve para combatir los microbios. Sin embargo, mientras se duerme los ojos recolectan muy poco porque permanecen cerrados.
Los lentes de contacto hacen que la cantidad sea todavía menor. Por lo tanto utilizarlos cuando se va a la cama es perjudicial. Es de este modo como los microbios consiguen alojarse en la córnea y ocasionar paulatinamente la ceguera.
Baño con lentes puestos
Muchos de los pacientes del estudio tenían la costumbre de bañarse con los lentes de contacto puestos. Esto es peligroso ya que el agua del grifo puede contener diversos microbios que ocasionan ceguera. Y si no se limpia los lentes, dichas bacterias terminan alojándose en los ojos.
¿Cómo prevenir este peligro?
Los investigadores incentivan a utilizar lentes de contacto desechables. Esto evita el tener que usar solución para limpiarlos y también comprar un estuche (que podría llenarse eventualmente de bacterias). No obstante, es necesario cambiarlos diariamente o el riesgo prevalecerá.
¿Qué hacer ante una señal de riesgo?
En el estudio los especialistas plantearon cómo reaccionar una vez que hay infección. En caso de que los ojos se pongan rojos y ocasionen molestia, el paciente deberá remover los lentes inmediatamente. De igual modo tendrá que ver a un especialista antes de 24 horas.
Por otro lado, exhortaron a los médicos a actuar cuanto antes. Cualquier paciente con un riesgo de ceguera por lentes de contacto ha de ser visto por un especialista al momento. El retraso en el tratamiento podría ocasionar que el mal empeorara.