Cada uno de estos estudios ha sido implementado con una enfermedad distinta. Sin embargo, todas tienen el mismo objetivo. Mejorar la calidad de vida del paciente durante el tiempo que se encontrará bajo el tratamiento médico y el cuidado de los doctores. Actualmente existen tratamientos con muchos efectos secundarios y esto es lo que se busca elidir.
Recientemente, se desarrolló una teoría en que la inflamación del sistema nervioso, podía ser detenida por las células. Dicha conclusión a la que llegó un científico, generó una investigación posterior, con el fin de obtener unos resultados concluyentes que pudiesen comprobar su teoría.
El estudio de las células en el sistema nervioso
Fue así como un grupo de investigadores de la Will Cornell Medicine, se encargó de realizar una investigación. Buscaban comprobar que las células del sistema nervioso pueden frenar, algunas afecciones que podían colocar en riesgo la vida del paciente. Los órganos involucrados eran el intestino grueso y los pulmones.
Lograr evitar la inflamación excesiva de estos órganos tan importantes para el cuerpo humano, puede conducir a nuevos métodos para algunos tratamientos. Tal es el caso del asma y la inflamación gastrointestinal. De esta forma las personas tendrían un tratamiento más cuidadoso. El
El estudio del equipo que examinó la comunicación entre el sistema inmune y el sistema nervioso, fue publicado en Science. A medida que se daban las investigaciones, prestaron atención vital a la comunicación entre el sistema inmune y el sistema nervioso, durante las respuestas inflamatorias provocadas a causa de infecciones o alérgenos.
La influencia de las células en la inflamación
Poco fue el tiempo que tuvo que pasar para que los investigadores obtuvieran una mejor compresión de cómo el cuerpo amortigua la respuesta inmune. La exposición a estos agentes provoca que las células inmunes linfoides innatas del grupo 2, liberen moléculas citoquinas inflamatorias.
Estas moléculas son la que promueven una producción de moco y contracciones musculares, que ayudan a expulsar el agente del cuerpo. Fue así como se dieron cuenta que una excesiva inflamación de de esta forma puede provocar daños colaterales al paciente. Que es la causa de las investigaciones médicas.
Las células inmunes innatas linfoides del grupo dos, tienen receptores en su capa superficial. Los adrenérgicos receptores tienen la función de interactuar con los productos químicos de norepinefrina, liberados por las células nerviosas. Dichos receptores son los que dan a las células nerviosas la capacidad de interactuar entre sí y la capacidad de influir en las respuestas inmunes.
Resultados e intenciones
Se experimentó con dos grupos de ratones. En el primer grupo, fueron expulsados los parásitos de forma exitosa. Ellos fueron expuestos a helmintos, provocando una respuesta exagerada, que terminó por expulsar la infección de los parásitos de una forma más rápida y efectiva.
El segundo grupo de ratones, sin embargo, fue tratado con fármacos. El fin de ellos era estimular los receptores adrenérgicos, resultó contraproducente. La respuesta inmune se embotó y la infección de helmintos aumentó, lo que terminó por agravar la situación de salud de los ratones.
Si los investigadores son capaces de reproducir estos mismos resultados en los humanos, con resultados positivos, los avances pueden ser importantes. Los pacientes que sufren de alguna enfermedad inflamatoria en el intestino, de alergias o asmas, pueden resultar muy beneficiados con los nuevos tratamientos que pueden surgir de esta investigación.