Tras varios estudios se han encontrado mutaciones en nuestras células madre que impiden que se regeneren las células. Esto es un punto de partida para seguir adelante con terapias que ayuden a devolverle la fortaleza a nuestros músculos. ¿Quieres saber más? Entonces, continúa leyendo.
No todo está perdido
Desde hace un largo tiempo se conoce que nuestra senectud afecta el sistema muscular esquelético. También se ha escrito que la cantidad de células madre disminuye. De ello, se había hablado en muchos artículos. Hoy en día, unos estudios realizados diagnosticaron que el número de mutaciones puede variar. Descubrieron que un ser humano de 70 años de edad puede registrar más de 1000 mutaciones en cada una de sus células madre. Estas mutaciones no fueron aleatorias. Esto implica que nuestros músculos por razones desconocidas, tiene partes mejores protegidas que otras.
Cuando hablamos del sistema muscular esquelético, hablamos del tejido constituido por pequeñas células fusiformes. En él se encuentran elementos, como el Sarcolema, una membrana hallada en las células. La misma, lleva un recorrido por la fibra muscular y se apiña al tendón, y éste al hueso. Es como una cadena de fuerza y vitalidad que nos ayuda a sostenernos.
¿Cuál fue el enfoque de este estudio?
Esta investigación especifica que la protección que las células reciben, disminuye con los años. Y aunque haya causas naturales, los investigadores utilizaron células madre para su experimento. Cabe señalar, que fueron células cultivadas. Su intención era proporcionar en buenas cantidades ADN para observar las secuencias de este conjunto de genes en toda su extensión.
Todo lo mencionado en el párrafo anterior fue aplicado en el tejido muscular que sostiene los músculos esqueléticos. Ellos consideraron que las superposiciones de mutaciones en estos tejidos, fueron pocas, aunque hubo proximidad de las células que dan un carácter especial para la compleja carga mutacional.
¿Cuáles fueron los resultados?
Los estudiosos del tema descubrieron que la protección de estas mutaciones, disminuye con el avance del tiempo. Lo que indica que nos hacemos viejos y que existe deterioro en las potencialidades de las células para poder reparar el ADN. De esta manera no se pueden desarrollar alternativas medicinales o rutinas terapéuticas que ayuden a mejorar el hecho.
Conclusión
Las personas envejecemos y el sistema muscular esquelético envejece con nosotros No se puede detener la vejez. Los investigadores anuncian que realizarán muchas otras pruebas para poder comprobar si una buena actividad física resulte ser beneficiosa para cambiar el resultado.
En su investigación no determinaron si el ejercicio diaria puede modificarlos. Tampoco estudiaron si con ejercicios dirigidos se pueden borrar las células con menos cantidad de mutaciones y detener su deterioro. La meta de estos científicos es lograr descubrir lo que pueda resultar beneficioso para que la vejez tenga un límite en los músculos esqueléticos.
Pero, mientras ellos trabajan en esa búsqueda, sigamos practicando ejercicios, manteniendo una dieta sana y sonriendo con la mente en positivo. ¡Nada de esto nos hará más viejos…!