La investigación la realizaron científicos del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard Chan. Estas personas descubrieron que el ingerir altas porciones de carne y pollo a la parrilla aumentaban de forma considerable el riesgo de padecer una de las enfermedades más complicadas del mundo. Si, te hablamos de la diabetes tipo 2.
En todo el mundo, la diabetes tipo 2 está alcanzando niveles epidémicos exenciónales. Esto afecta a casi 450 millones de personas. En los Estados Unidos, más de 21 millones de personas han sido diagnosticadas mientras que unos 8,1 millones siguen sin ser diagnosticado o sin saber que tienen el tipo 2. Estas cifras según lo estimado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCPE).
Estudio
El estudio se dividió en tres cohortes durante 12 a 16 años (más de 289 mil hombres y mujeres participaron) de los Estados Unidos. El resultado fue impresionante, y es que los participantes que comían de una manera desproporcionada carnes rojas y pollo tenían más probabilidades de padecer diabetes tipo 2. Por otra parte, los que comían menos no presentaron un nivel alto en grasas, lo que disminuyó considerablemente su porcentaje de padecer dicha afección.
En ese mismo orden de ideas, se notó un considerable aumento de peso (obesidad) en las personas que no se resistieron al sabor de los alientos altos en grasas. Esto contribuyó a que presentaran síntomas de la diabetes. Además, este estudio observacional demostró una vez más que los alimentos mal llamados “comida chatarra” son una de las causas de la enfermedad.
Más detalles
Todo estudio para demostrar su nivel de exactitud busca las opciones necesarias para exponer lo indemostrable. Es el caso de la investigación realizada por científicos de la Universidad de Harvard Chan. En él, los participantes se presentaron a otra prueba aún más fuerte. Tenían que comer carne roja y pollo cocido o tostado. ¿El resultado? Otra sorpresa, los que ingirieron estos alimentos mostraron un nivel significativo de padecer la diabetes tipo 2 mientras que los que comieron los alimentos ligeramente dorados no presentaron ningún cambio en su cuerpo.
A pesar de estos resultados, los científicos no lograron comprobar que la carne de cerdo o el pescado puedan experimentar la posibilidad de tener diabetes tipo 2. Esto ocurrió porque al momento de realizar dicho estudio no tuvieron acceso a datos esenciales que los ayudaría a comprobar si este tipo de carnes pudiese aumentar ligeramente el colesterol o la tensión arterial.
Cada uno de los involucrados en esta importantísima investigación aseguraron que aún no se conoce el componente exacto por la que se produce esta terrible enfermedad. Sin embargo, hacen mención a posibles químicos (que contienen las carnes) que están ligados al aumento de pacientes con diabetes y otras afecciones. Entre los que destacan están: los hidrocarburos aromáticos policíclicos, las aminas aromáticas heterocíclicas y las nitrosaminas.
Dato
Cada químico mencionado -según los autores- ocasionan una respuesta inflamatoria y un aumento descontrolado de insulina. Esta ultima es muy riesgosa, y es que el cuerpo no tiene la posibilidad de generar azúcar suficiente lo que produce un deterior en el organismo si no se atiende rápido.
Probabilidades de enfermedades
Con el estudio presentado en este escrito se ha establecido una nueva forma de ver la medicina y sus riesgos. Si, una ingesta alta en carnes rojas (especialmente procesadas) pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades muy graves, entre ellas están: problemas del corazón, derrames cerebrales, muerte cerebral, diabetes y posibles cánceres. ¿por qué sucede esto? Algunas de las razones no están muy claras, pero si se conoce que la presencia de hierro hemo en algunas carnes (cerdo, jamón, sardinas, morcilla, codorniz y anchoas) pueden promover la creación de compuestos cancerígenos durante el tiempo de cocción.
Conclusión…
El estudio realizado por científicos profesionales de los Estados Unidos demostró que las personas independientemente de la cantidad de carne o pollo que consuman, están propensos a presentar enfermedades como la diabetes tipo 2. Es por eso, que reducir lentamente el consumo de carnes rojas y procesadas no solo puede ayudarte a sentirte mejor, sino que también te ofrece la oportunidad de comenzar una nueva vida, rica en salud y vitaminas.
“Para reducir el riesgo de diabetes, es importante reducir el consumo de carne roja procesada. Además, al cocinar carnes, pollo o pescado, puedes evitar los métodos de cocción a alta temperatura, como asar a la parrilla o barbacoas”, dijo Gang Liu, perteneciente al Departamento de Nutrición de Chan School of Public Health y autor principal del estudio.