Las ratas que tenían lesiones en su médula espinal con relevante caso clínico pudieron recuperar el funcionamiento de sus paticas inmovilizadas de forma sorprendente. Todo gracias a la idea de rehabilitarlas con un poco de estimulación electroquímica, pero asistiéndolas con robots. En su propósito, lograron estimular la médula espinal y lograr con la estimulación de la misma, la recuperación de sus extremidades atrofiadas.
¿Qué observaron los científicos con el ensayo?
Por vez primera los científicos de EPFL han prestado mayor atención al cerebro y notaron que éste redirige comandos motores a través de unas vías alternativas. Estas vías están originadas en el tallo cerebral. Cabe señalar que de forma espontánea se proyectan en dirección puntual hacia la médula espinal.
Cuando los estudiosos aplican las terapias, éstas desencadenan el avance de otras conexiones. Estas conexiones aparecían desde la corteza motora directo al tronco del encéfalo. Y a su vez ellas presentaban conexión desde el tallo cerebral a la médula espinal para poder lograr así la reconexión nuevamente del cerebro y la médula espinal. Todo sucede debajo de la lesión.
Este relevante estudio de EPFL fue publicado hace unos cuantos días a través de Nature Neuroscience. En él también se plantea que el cerebro, milagrosamente desarrolla una cantidad de conexiones anatómicas nuevas. Estas conexiones son distribuidas a través de cada región que conforma el sistema nervioso. Se demuestra que estas conexiones permanecen intactas, aún después de recibir una lesión que cause paraplejia en el animal.
Grégoire Courtine, científico de la misma casa investigativa, expresa que el cerebro reconecta cada circuito que compone la corteza cerebral. Allí se incluyen tanto la médula espinal, como el tronco del encéfalo. Dice que es como un cableado muy particular y extenso que se expone con muchos detalles, pero sin precedentes. Para observarlo se utiliza la microscopía cerebro espinal y para el caso de estas ratas y sus terapias en específico, debe ser completa para una nueva generación.
¿Cómo fue la experiencia con la población objeto a estudio?
El autor principal de este experimento, Léonie Asboth, explica que trabajaron con ratas parapléjicas y que su recuperación no fue inmediata. Sugiere que otros estudiosos trabajen con terapias intensas en los animales y que tengan cuidados extremos en su rehabilitación, de lo contrario no se podrían realizar las nuevas etapas de reparación.
Su experiencia científica para el descubrimiento fue expuesta en los espacios de Laboratorio de Courtine. Ellos aplicaron electroquímica sobre la médula espinal y fisioterapia activa. Usaron armadura inteligente para ello. Allí las ratas objeto a estudio, todas con paraplejia de sus extremidades, lograron caminar, para ellos se valieron de la ayuda de un robot.
Antes de ser expuestas a estas terapias, a las ratas se les aplicaron medicamentos, productos de farmacia. Luego usaron estimulación eléctrica, pero no en la lesión, sino por debajo de ella, de esta manera estimularon sus músculos. También fue parte de la terapia el uso del arnés inteligente. Este tenía la intención de aliviar la carga del soporte del cuerpo. A las pocas semanas, las ratas daban sus pasos.
Conclusión
Las ratas con contusiones parapléjicas vuelven a caminar. Esto sucede con la ayuda de la terapia aplicada por los científicos del laboratorio de Courtine, quienes con la ayuda robótica alternaron terapias de estimulación electroquímica enfocada en la médula espinal e intensa rehabilitación.
Esto es un avance que se vuelve interesante para los veterinarios que día a día atienden a tantos animalitos con este tipo de padecimiento. Presumo que si siguen con este tipo de investigación también los humanos podríamos contar con ellas. Un triunfo más para la ciencia y el hombre.